viernes, 18 de noviembre de 2016



Con el fin de realizar un sorteo de una calabaza, le propuse a los padres de mis alumnos de comprar y  vaciar una calabaza para ponerle los ojos y boca y después rifarla entre todos los niños. Por lo que esa mañana tuvimos la calabaza en la clase y los niños la observaron, la manipularon, la olieron. y hasta alguno se atrevió a señalarla con un dientecillo jejej... pudieron comprobar su textura, su olor, su color, su peso etc. fue una actividad complementaria divertida y creativa.
Cuando llegó la hora de la salida una mamá hizo de mano mágica, sacando de una bolsa una papeleta con el nombre del agraciado/a.


Comentar que a la niña que le tocó la calabaza le sorprendió mucho, que carita de sorpresa y de felicidad mostraba, y su madre se sentía muy agradecida.
A veces con una cosa pequeña que felices nos sentimos.

PD: "Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad".

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